AquÍ os dejo la aclaración de un ciudadano de Lozoyuela sobre el conflicto generado entorno a la DEHESA Y EL CAMPO DE FUTBOL
DEHESA DE LOZOYUELA: ¿punto y final?
Estimad@s jóvenes, estimado Sr. Alcalde:
Como consecuencia del vivo debate que mantuve con vosotros y con el Sr. Alcalde en el “Bar Flores” y debido a las acusaciones recibidas, deseo manifestaros públicamente lo siguiente:
En primer lugar felicitar al Sr. Alcalde por su participación. Como al final de los Plenos no autoriza a debatir nada y no admite preguntas de nadie, ¡enhorabuena Sr. Alcalde!, por algo se empieza.
Participamos media docena de jóvenes presentes, entre 25 y 35 años, dos adultos, el Sr. Alcalde y el que esto escribe, todos sentados alrededor de un par de mesas juntas.
La reunión estaba convocada para intentar arrancar con un nuevo equipo de futbol de categoría senior de Lozoyuela desaparecido en la presente temporada. Yo acudí con la simple intención de hacerme socio. Casi finalizada la reunión con éxito, acudió el Sr. Alcalde y se acercó a los presentes interesándose por el resultado de la misma. Dentro de lo previsible, el debate derivó al candente tema de la recalificación de uso de una parte de la dehesa de Lozoyuela para construir el nuevo campo de futbol. Rápidamente se notó que los jóvenes presentes tenían ganas de desahogarse, y que apoyaban la tesis del Sr. Alcalde.
El primero de ellos me recriminó que si no apoyaba la el proyecto de la dehesa, es porque no tenía ningún amor a mi pueblo, que anteponía los intereses partidistas y de oposición, a los intereses del pueblo. Le respondí que eso era rigurosamente falso. -¿Acaso tú conoces mis sentimientos más íntimos?- -¿Defender la inviolabilidad de la dehesa es NO amar a Lozoyuela?- Yo no me opongo a que se construya un nuevo campo de futbol, ni tres, pero ¿porqué en la dehesa?. ¿No hay m2 suficientes desde Lozoyuela hasta Sieteiglesias o hasta Las Navas para construirle? Solamente en parcelas SAU’s hay sin desarrollar alrededor de 73 Ha. El campo de futbol ocupa una.
¿Acaso amar al pueblo es permitir que haya desaparecido vuestro equipo de futbol y que el campo actual esté hecho una pena? La acusación me dejó grogui. Me dieron donde más me dolía.
Un segundo joven me acusó de tener intereses en el S.A.U.-3, que proponemos para su ubicación.
A unos 150 metros del campo de futbol actual heredé de mis padres la parcela nº 07 del Polígono 84075 de 1.896,- m2, que está en proindiviso con mis tres hermanos. ¡¡Menudo beneficio voy a obtener si me expropian los 474 m2 que me corresponden!! ¿No sabéis que el precio del m2 expropiado por las Administraciones Públicas es más bajo que el de mercado? ¿Dónde reside mi interés? Esta acusación me entristeció, intuí que no tenía su origen en el joven que la manifestó.
Queridos jóvenes: ¿qué lacra tiene mi “maldito” pueblo para que al que retorna a él con ilusión de trabajar duro para modernizarle y cambiarle, se le acuse de dobles intenciones? ¡¡Lo niego rotundamente!! ¡Yo no he regresado jubilado a Lozoyuela, ni para forrarme ni para sacar tajada! No lo necesito. Soy inmensamente feliz en él con mi pensión y el modesto legado, fruto del gran esfuerzo de mis padres. Lo que me ocurre es, que me hierve la sangre día a día viendo el inmenso caudal de posibilidades que se nos escapan para hacerle crecer y prosperar. Que carezcáis de puestos de trabajo dignos, pudiendo tenerlos sin necesidad de desplazaros. Que no se asienten en su suelo empresas de tecnología punta, pudiendo hacerlo. No os imagináis la cantidad de cosas que se pueden hacer por Lozoyuela y que se están dejando pasar. Perdonad el cabreo. Os ruego, por favor, que no veáis en mí dobles intenciones, ¡No las tengo! He procurado erradicarlas de mi corazón desde hace mucho tiempo. Espero demostrároslo. Con mis 61 años, ¿qué más carreras me quedan por hacer? Sólo la horizontal hacia el cementerio, cuando Dios quiera.
Menos nobles fueron las manifestaciones del Sr. Alcalde.
Me acusó en público, en el tema de la recalificación de la dehesa, de ir contaminando todos los rincones del pueblo. ¡Es sorprendente! Le aseguro que el único delito que he cometido es expresar mi opinión en el artículo del mes de Mayo de Senda Norte. En él dejé clara mi posición sobre el tema. ¿No es más limpio dar la cara que esconderla? ¿Por qué no ha defendido su proyecto, antes de empezar, públicamente, en una asamblea vecinal con TODOS los socios-propietarios de la dehesa? Un asunto de tanta importancia así lo hubiera requerido.
También afirmó ante los presentes, que su proyecto iba a seguir adelante aunque le “supusiera pena de cárcel”. Sr. Alcalde: El procedimiento puede ser legal aunque lo dudo pero, a mi juicio, lo que no es correcto es la forma de hacerlo.
En el apartado 1.2 Ámbito de la Actuación, de la propuesta del Ayuntamiento a la Comunidad de Madrid se lee: “La actuación comprende una parte de la parcela MUNICIPAL limítrofe…”, y en otro párrafo: “La parte de la parcela MUNICIPAL objeto de… “
En el Apartado II de la Orden del BOCM, de fecha 24-02-2010, se denomina a la parcela modificada: “Suelo no Urbanizable de Protección de la Dehesas MUNICIPALES”.
¿Cómo han escrito Uds. en Documentos Públicos que se trata de una parcela MUNICIPAL?
Tanto la Comunidad de Madrid como ese Ayuntamiento han cometido una grave irregularidad, que están obligados a subsanar en el plazo más breve posible.
Alcalde: La dehesa de Lozoyuela es un monte privado en manos de socios. Es un proindiviso de 104 “suertes” o participaciones transmitidas de padres a hijos y de abuelos a nietos desde tiempo inmemorial y con gran tradición y méritos históricos.
En fin, al despedirnos, y teniendo ambos la intención de asistir a una misa de aniversario de un familiar fallecido, se permitió insinuarme que -“antes de entrar en la iglesia a ver si….
Alcalde no me jorobes, -“¿Quién tiene que arrepentirse de más cosas, tú o yo?”-
Ultimando esta nota, se han producido dos hechos de gran trascendencia. El Sr. Alcalde convocó, por fin, a todos los socios de la Dehesa, a una reunión informativa en el Ayuntamiento el pasado día 22 de Mayo, a las 19 horas, para exponerles su proyecto. Otra segunda reunión fue convocada por los propios socios el 12 de Junio, con orden del día establecido y con carácter decisorio.
En la primera, el Sr. Alcalde, pidió perdón varias veces por su actuación y prometió paralizar el proyecto. La Dehesa de Lozoyuela no se va a tocar si los socios no lo autorizan. El Ayuntamiento reconsiderará emplazar las nuevas instalaciones deportivas en las proximidades de las existentes, según la petición de varios de los presentes. La reunión empezó tensa pero acabó algo distendida.
En la segunda, la más reciente, el Sr. Alcalde pudo comprobar en persona que la inmensa mayoría se socios de la Dehesa se oponen con firmeza a su descabellado proyecto. A esta la reunión asistieron, entre los presentes y representados casi el 100% de las 104 suertes. El proyecto del Alcalde fue rechazado con rotundidad y por abrumadora mayoría de los socios.
Sr. Alcalde, no se trata de paralizar el Proyecto que, según su promesa, ya lo debe estar. Se trata, por exigencia de la mayoría de los propietarios de la Dehesa, de retrotraer a la parcela recalificada y reclasificada, a la situación en que se encontraba antes de su alevosa recalificación.
Le exijo en mi nombre y en el de muchos propietarios de la Dehesa, que en el Orden del Día del próximo Pleno y con urgencia, inicie los trámites legales necesarios para este fin. De lo contrario se lo requeriremos por la vía judicial y no pararemos hasta conseguirlo. Sepa que debe comunicar oficialmente a la CM por los conductos reglamentarios, la ilegalidad cometida y la firme intención de la Corporación que Ud. preside, de subsanarla.
Para terminar quiero decir muy alto y claro a los queridos jóvenes del Lozoyuela CF, que los únicos que tienen toda legitimidad y el derecho para oponerse a que se trocee su apreciada DEHESA son sus PROPIETARIOS. Simplemente están luchando por ello, con firmeza, dignidad y transparencia.
El campo de futbol que se construya cuanto antes, pero NO en la DEHESA de LOZOYUELA.
Félix Vicente Martín
Lozoyuela 15 de Junio de 2010.
